La actriz disfruta de unos días con su pareja, Jason Fernández, en un alojamiento cuatro estrellas al que no le falta de nada: habitaciones espaciosas y con decoración inspirada en Indonesia, un amplio abanico de servicios wellness y una piscina desde la que se divisa el mar.
Los 40 kilómetros de litoral de Tarifa parecen insuficientes a todo el que la visita. Situada en el punto más meridional de de Europa continental, este enclave gaditano es de esos que todos pisamos alguna vez en la vida cuando visitamos el sur de la península. Pocos viajes a Cádiz se conciben sin una parada en sus extensas playas de arena dorada, donde el paisaje se baña en un azul que mira, a un lado al Atlántico, al otro, al Mediterráneo, y al frente a África. Un cómputo de influencias que le convierten en punto de encuentro de, no solo surfistas de todo el mundo que se desplazan hasta allí para volar sobre sus olas, sino también en todo buen amante del descanso en zonas de arena dorada. Según datos de Ep Data, la cifra de ocupación hotelera en julio cifraba cerca de un 77%, un dato que supera al de 2022 y que, ahora que hemos visto desfilar por allí a celebridades como la actriz María Pedraza, continuará ascendiendo.
Sabemos que el fenómeno fan es uno de los principales motores de turismo del momento. Gracias a la democratización de Internet y las redes sociales, ahora resulta más fácil que nunca conocer en dónde se alojan cada uno de nuestros referentes culturales. Y, María Pedraza, que cuenta con una comunidad de 10.900 millones de seguidores en Instagram, promete llenar las plazas del Hotel Tarifa Lances, hasta donde se ha desplazado con su pareja, el actor Jason Fernández, tal y como ella misma nos ha mostrado en varias fotografías que ha compartido en la red social.
Desde allí, en este enclave custodiado por el paraje del Parque Natural del Estrecho, situado frente a la playa que le da nombre, la playa de Lances, ha disfrutado de todas las comodidades del hotel. Y, teniendo en cuenta que cuenta con cuatro estrellas, sabemos que no son pocas.
El Hotel Tarifa Lances se sitúa a tan solo 100 kilómetros de Cádiz capital, lo que le convierte en un lugar ideal para alojarse. Presenta una edificación de 100 habitaciones, divididas hasta en cuatro categorías diferentes, cuya decoración conjuga esa influencia mediterránea de su sudeste, con elementos que te llevan a imaginar estar durmiendo en Indonesia, como estuvieras durmiendo en un hotel en el extranjero. En ellas se respira un ambiente acogedor de tonos neutros, cuyos objetos y mobiliarios artesanos son llamativos. No son muchos, ya que apuesta por crear espacios diáfanos, pero los que inundan sus estancias son suficientemente llamativos para no reclamar más compañía. Todas sus habitaciones, eso sí, cuentan con magníficas obras de arte que cuelgan de sus paredes. Hay dormitorios con vistas a laciudad de Tarifa, otras sobre las que se divisa la piscina de la planta baja, y las más afortunadas dan al mar.
Tan importante es para este alojamiento cuidar el interior, como también dar importancia en sintonía a su exterior. En su azotea, cuenta con otra piscina perfilada por el mar, situada en una terraza donde ver el atardecer, acompañado por alguno de los cócteles que allí sirven en su bar, se impone como el plan más apetecible.
Además, como todo buen hotel, su gastronomía también juega un papel fundamental para cualquier huésped. El restaurante que alberga, Los Lances, ofrece delicias gastronómicas elaboradas a partir de ingredientes frescos, para que la experiencia en la mesa sea acorde a la calidad que se respira en cualquiera de sus espacios. En su carta destacan platos como el poke de arroz con salmón, aguacate, wakame, mango y sésamo; el medallón de atún, el tomate rosa aliñado con lomo de ventresca…o uno de los que mejor suenan, pero sobre todo saben: la hamburguesa de retinto con queso de cabra, cebolla roja caramelizada, tomate y mézclum. Como puedes notar nada más leer estas propuestas, se trata de que comer sea un placer, pero de esos que te llevan a viajar a través del paladar al lugar en el que resides. Y es que por eso mismo el hotel, fiel a ese combo indonesio-gaditano, ha decidido decorar este restaurante con elementos propios de Bali. Todo es mimbre y madera tallada a mano.
A pesar de que, de todos sus planes, por el momento tan solo hemos podido ver la habitación en la que se aloja María Pedraza con su novio, es más que probable que ambos hagan uso también de alguno de los servicios wellness que terminan de completar la experiencia del hotel. Más allá del goce que provoca darse un chapuzón en su piscina infinita desde las alturas, también es posible dárselo en una piscina interior equipada con chorros lumbares y diferentes elementos que actúan como parte de su oferta de hidroterapia. Además, más allá de contar con servicios como peluquería o manicura, también permite contratar un gran catálogo de tratamientos corporales, faciales y masajes. No tenemos duda: María Pedraza nos acaba de descubrir el place to be de Tarifa al que querremos ir en nuestra próxima escapada.
Fuente: Harper´s Bazaar