Con permiso del Poniente y del Levante nos escapamos al sur del sur, a ese pequeño paraíso gaditano azotado por el viento.
“Aún no te has ido y ya estás pensando en volver”. Un cartel avisa a todos los que llegan al sur del sur, a Tarifa, que aquí se te va a romper un poquito el corazón. Esta ciudad, la más meridional de Europa, tiene encanto a rabiar: sus playas, paraíso natural protegido, yacimientos arqueológicos, monumentos y castillos, calles blancas en las que soñar que siempre es verano, gastronomía envidiable, y, sobre todo, una alegría que contagia al visitante. Tarifa baila al son del viento y del mar, en una melodía perfecta por la que nos dejamos llevar sin oponer resistencia. Hemos venido a disfrutar, ¡que así sea!
Obsesión por el viento
Te contaré el primer y gran secreto de Tarifa: su idilio con el viento. La ciudad y sus habitantes (unos 18.000 aproximadamente) viven por y para el viento, ya sea de poniente o de levante. Por eso, es importante que si vienes hasta aquí, sepas que va a ser un compañero más de viaje.
Los vientos de levante soplan todo el año, aunque tienen más fuerza de mayo a octubre. Su velocidad media suele ser de 50 km/hora pero puede alcanzar los 110 km. A veces puede durar más de 10 días imposibilitando que los barcos salgan a faenar. ¡Así que no hay más remedio que adaptarse a él!
El de poniente es un viento más húmedo, que llega del oeste, “de donde se pone el sol” (el de levante nace del Mediterráneo central, donde “se levanta el sol”). No es un viento tan intenso, conserva la temperatura y hace que sean más agradables. Por las mañanas viene precedido de niebla y luego aparece por la noche, pero no es preocupante.
Del viento dependerá tu día de playa, pero déjame que te diga que no hay playas como las de Tarifa. Con viento o no, no verás nada igual. Los tarifeños se han hecho amigos del viento, por eso en sus playas o bien lo surcan desde el aire con el kitesurf o desde el mar.
Poner la sombrilla será una batalla épica así que ve preparado, las tiendas de campaña pueden ser una solución o simplemente dejarlo por imposible. La ventaja: este amigo hace que el sol se soporte felizmente, sin necesidad de grandes dispositivos.
Conociendo las playas de Tarifa
Una vez llegados a Tarifa lo primero que vamos a hacer es descalzarnos y acercarnos a sus playas. Los Lances, con sus 800 metros de arena fina, que no se acaba nunca y que te robará el corazón, puede ser un buen comienzo. Este gran arenal tiene numerosas peculiaridades, la primera de ellas es que se encuentra dentro del Paraje Natural de la playa de los Lances, es decir, en 226 hectáreas protegidas en las que se encuentra la playa y el humedal formado por la desembocadura del río Jara y el de la Vega.
He aquí otro secreto: con los cambios de la marea se crea una gran lengua de arena y mar perfecta para darse un baño diferente. Te recomiendo que camines, o bien desde la arena en dirección a Valdevaqueros, o por el sendero que va hacia el Observatorio de Aves de los Lances. Es un bonito paseo en el que podrás ver vacas pastando, caballos, los molinos de viento, el gran arenal, el mar y las cometas de kitesurf. No se puede pedir más porque es pura belleza.
Los Lances norte es especialmente interesante para aquellos que vienen a hacer kitesurf porque es en esta zona donde hay más surf camps. Para días de viento con niños, Playa Chica, separada por los dos mares, el Atlántico y el Mediterráneo, y la favorita para refugiarse en días de mucho viento porque es más tranquila; además se encuentra cerca del casco histórico por lo que tiene todos los restaurantes cerca. Eso sí, su arenal es el más pequeño de todos.
La playa de Valdevaqueros es una de las favoritas de los surferos, aquí como en Los Lances el baile de cometas es todo un espectáculo desde primera hora de la mañana hasta la última del día. No te lo puedes perder, practiques o no este deporte. Valdevaqueros cuenta con 400 m de arenal, además en esta zona hay muy buen ambiente con chiringuitos que son todo un clásico como Bibo Tarifa de Dani García, el Tumbao o Volare.
Punta Paloma es una impresionante duna de arena blanca al final de la Bahía de Cádiz. Está a 10 km del centro de Tarifa pero es una playa perfecta para pasar el día y darse un buen baño de fango. Sí, hasta aquí llegan muchas personas porque al parecer tiene propiedades para la piel.
Y ubicada en el término municipal de Tarifa se encuentra la joya de la corona, la playa de la Bolonia: una playa virgen de más de 3.800 metros de longitud que convive en armonía con los restos romanos perfectamente conservados de Baelo Claudia. Al oeste se encuentra la duna de Bolonia, digamos que su característica más especial. Esta playa aparece habitualmente en los rankings de las mejores de España y de Europa. En Condé Nast Traveler, consiguió ganar el título de Mejor playa votada por los lectores de 2023.
Si no tienes suficiente siempre puedes dar el salto a su vecina Zahara de los Atunes. Las dos compiten por ser las más guapas. O bien descubrir los secretos del Parque Natural del Estrecho: aquí también encontrarás acantilados de tipo flysch que nada tienen que envidiar a los de la costa vasca.
Visitando el casco antiguo de Tarifa: cultura y tradición
Tarifa tiene un casco antiguo muy interesante, especialmente si te gusta la historia. Entre sus calles blancas empedradas encontrarás fácilmente los puntos turísticos más conocidos. Más si cabe porque el Ayuntamiento ha decorado todos ellos con unas cerámicas que brevemente te señalan dónde te encuentras. Puedes visitar la Oficina de Turismo para estar al día de todas las exposiciones, planes y tours que puedes hacer, la encontrarás en el Paseo de la la Alameda junto al Teatro Municipal.
Una vez cruzada la Puerta de Jerez, la entrada más característica de Tarifa, encontrarás el casco antiguo. Era el acceso principal de las murallas medievales, es una mezcla de construcción musulmana y cristiana. El emblema de su parte superior recuerda la conquista de la ciudad por parte de Sancho IV el Bravo en 1292.
La Iglesia de San Mateo y la Iglesia de San Francisco de Asís son también de obligada visita, y sin duda, no te puedes perder su Mercado de Abastos. Lleva en funcionamiento desde 1928, aunque data de 1536 cuando era un convento de los trinitarios descalzos, cuya misión principal era rescatar cautivos de los piratas berberiscos. Como curiosidad también se puede comer dentro, además de bares donde probar pescado fresco del día hay tiendas míticas como la de Comestibles Lozano para degustar productos típicos como las conservas.
Por supuesto, en esta visita al casco antiguo no puedes dejar de pasear por la Plaza de Santa María o la Plaza de la Ranita donde se encuentra el Ayuntamiento de Tarifa.
En dirección al puerto de Tarifa, está el Castillo de Guzmán el Bueno, datado del año 960, y muy bien conservado. Si quieres conocer cómo creció la ciudad y cómo fue su pasado es importante que lo visites. Cuenta la historia que el alcaide de la ciudad Alonso Pérez de Guzmán recibió este apodo («el bueno») porque prefirió sacrificar a su hijo antes que entregar el castillo a las tropas musulmanas.
Desde lo alto del castillo se puede ver todo el puerto de Tarifa. Es fácil entender hasta qué punto la ciudad ha sido la puerta de entrada a Europa, y un lugar extremadamente codiciado por otras culturas. Su escudo lo demuestra con “las tres llaves que abren y cierran la Península Ibérica y el Estrecho de Gibraltar”.
Junto al Castillo de Guzmán el Bueno verás el Castillo de Santa Catalina. No nos hemos de imaginar ninguna historia romántica tras él; debe su nombre a una ermita que se encontraba antiguamente aquí, pero que debido a su situación geográfica, se empleó como ubicación militar. Durante la Guerra de la Independencia fue demolido y, en 1928, fue cuando se construyó el castillo tal y como se conoce ahora. En la actualidad, pertenece al Ayuntamiento y ha quedado en desuso.
Desde el Castillo de Guzmán el Bueno también podemos divisar la Isla de las Palomas, que ahora conecta a través de un puente que separa los dos mares: el Mediterráneo y el Atlántico, pero que hace un siglo permanecía solitaria en aguas del Estrecho. La conquista musulmana en la Península empezó en esta isla que solo habitaban pastores y, desde la época romana, se utilizó como cantera de la que se extraía roca caliza fosilífera. En 1808 se construyó un camino de la isla a Tarifa de la que siempre había estado separada.
Dentro de Isla Paloma encontrarás aljibes, tumbas fenicias, pasadizos, búnkeres, canteras… Actualmente realiza visitas puntuales, pregunta en la Oficina de Turismo y reserva tu visita con antelación.
Qué hacer en Tarifa
Tienes mucho por hacer en Tarifa, además de conocer su casco antiguo, si te gusta la historia, debes visitar la ruinas romanas de Baelo Claudia, un pequeño recinto urbano de época altoimperial con trazado octogonal y amurallado. En ellas podrás conocer cómo era la ciudad, fundada por los romanos en el siglo I. Puedes organizar tu visita guiada en la web oficial de turismo de Tarifa, así no te perderás ningún detalle.
Otro de los planes más comunes es pasar el día en una de sus playas, viendo o disfrutando en primera persona de una clase de kitesurf. La obsesión por este deporte es real, hay muchas escuelas para aprender, una actividad perfecta si vas muchos días. Una manera de disfrutar de este espectáculo es realizando alguna de las rutas de senderismo propuestas. La playa de Punta Paloma y Valdevaqueros son ideales para ver todas las cometas en el cielo, hay muy buen ambiente, con chiringuitos que ofrecen música en directo en verano. En invierno, es un paraíso tranquilo.
El hotel Hurricane, ubicado cerca de la Torre de la Peña, también es un lugar perfecto para realizar alguna actividad. Aunque no te hospedes en él, puedes hacer las clases de yoga de Mandalablue con vistas al mar, disfrutar de la Hípica Hurricane y sus bonitos paseos a caballo por la zona. ¡Te encantarán!
Si vas con niños, tienes que llegar al Estrecho para avistar cetáceos, con suerte podrás ver orcas y ballenas, en un día normal, seguro, delfines. La empresa Turmares ofrece viajes en barco cada día, siempre hay opciones. Si dispones de más días, puedes cruzarlo completamente y llegar a Gibraltar o a Tánger.
Por supuesto, no te vayas de Tarifa sin vivir la ciudad en sus calles. Su alegría traspasará tu corazón. En el centro de la ciudad, casi a cualquier hora hay gente. Un desayuno, un café a media tarde, una cervecita para tapear y unas copas para acabar el día. ¿Qué te apetece? En la calle San Francisco y en la calle Cervantes siempre encontrarás ambiente para festejar por la noche.
Si lo que quieres es ir de compras, aprovecha la oportunidad, en Tarifa hay unas tiendas increíbles de artesanía, decoración y moda. Nunca te cansarás y querrás llevártelo todo. Hay algunas muy especiales que debes visitar. Una de ellas es la de Manuel Caminero, propietario de Atlas Beach Tarifa, la tienda de fotografías de Tarifa más famosa de la ciudad y de Cádiz. ¿Y si te llevas una de sus fotos para el recuerdo? También la Conservera de Tarifa, sus conservas se confeccionan de manera artesanal como se hacía hace más de 100 años.
Termina el día viendo una puesta de sol en uno de sus chiringuitos más famosos. El sol te despedirá a lo grande, ya lo verás.
Dónde comer en Tarifa
Pocas cosas resultan tan placenteras como comer en Tarifa. Digamos que hay una gastronomía muy variada en la que prácticamente se siente a gusto cualquiera. Obviamente el producto de mar es el favorito de todos los que vienen a verla. El atún sigue siendo el rey de todas las mesas, pero hay mucho por conocer. Aquí algunas recomendaciones, si quieres más puedes seguir nuestras recomendaciones en Cádiz y dejarte caer por alguna de sus terrazas.
- Pastelería la Tarifeña (Calle Ntra. Sra. de la Luz, 21): dulces típicos de Tarifa desde 1956. Tienes que probar “Las Cajillas”, un dulce de tradición andalusí hecho a base de almendras.
- Delicias (Calle Batalla del Salado, 31): este obrador artesano es uno de los más famosos de la ciudad. El desayuno o la merienda son sagrados y muy concurridos aquí. El clásico es el llamado ‘Tranvía’, crema pastelera y crujiente hojaldre cubierto de chocolate.
- Café Azul (Calle Batalla del Salado, 8): es otro clásico de los desayunos de Tarifa. También puedes ir a la hora del brunch si quieres encontrar menos gente. Este café es una muestra más de lo heterogénea que es la ciudad, no importa de dónde vengas aquí siempre tienes un hueco. Suele haber cola.
- NUMA Tarifa (Calle Calderón de la Barca, 3): ubicado en una pequeña plaza cerca de la Capilla Nuestra Señora de la Luz, este nuevo restaurante de Tarifa es un descubrimiento. Sus tapas están deliciosas, pero destacan las tortillitas de camarón y el atún, sabroso y fresco. Es ideal para una cena romántica. No te pierdas el postre.
- Chilimosa (Calle del Peso, 6): especialmente interesante para veganos y vegetarianos. Cocina de mujeres con mucho amor que lleva más de 10 años en funcionamiento. Sus platos son mediterráneos pero con toques marroquíes. Siempre es un acierto.
- Brio Veggie Organic (Calle Pintor Guillermo Pérez Villalta, 64): este pequeño restaurante vegano frente al mar (al lado del clásico Café del Mar) destaca por sus menús 100% orgánicos. Sus brochetas, hamburguesas y la pasta casera al pesto son deliciosas.
- Mesón Picoteo (Calle Mariano Vinuesa, 1): el clásico de los clásicos en el casco antiguo. El éxito de que lleve tantos años siempre hasta la bandera es una cocina gaditana sencilla pero con un producto de gran calidad. Deja que te recomienden, pero no te olvides nunca de su atún.
- Raíces (Calle Mariano Vinuesa, 9): restaurante de cocina fusión situado cerca del puerto pesquero de Tarifa.
- Helena’s Kitchen (Calle Mar Adriático, 28): ideal para desayunar cerca de Los Lances. Sus cursos de cocina abalan este proyecto gastronómico que siempre está activo y muy vivo.
- Surla (Calle Pintor Guillermo Pérez Villalta, 64): ideal para comer sano frente al mar. Gastronomía sostenible: pruébalo para desayunar, tomar café, hacer un brunch o una merienda.
- Bibo Tarifa (N-340, Km. 76, 6): el mejor restaurante a pie de playa de Tarifa. Justo frente a Valdevaqueros. Sus baos de rabo de toro están espectaculares, también su aguacate hecho al momento y los deliciosos pescados del día. Termina la comida con música en directo en su zona chill out. ¡No te lo puedes perder!
- Los chiringuitos. Tarifa vive entorno al ritual del sol, el atardecer es toda una fiesta que no debes perderte. Hay tres chiringuitos con buen ambiente y buena cocina que debes conocer si quieres vivirlos: Demente Tarifa, Balneario Surf Bar y Carbones 13. Si vas en verano será difícil encontrar mesa. ¡Ármate de valor!
Dónde dormir en Tarifa
Tarifa tiene muchos hoteles fantásticos y cada uno se adaptará mejor a tus preferencias. Una de las mejores ubicaciones está frente al Parque Natural de los Lances. El Hotel Tarifa Lances se encuentra a escasos metros del paraje natural, tanto que puedes ir a pie todas las veces que quieras.
Este cuatro estrellas con 100 habitaciones destaca por su decoración balinesa, además de la mágica terraza con una piscina infinity pool y vistas a toda Tarifa. Esta es una buena opción para ver los atardeceres con música en directo y buenos cócteles.
Sus puntos fuertes son las habitaciones con vistas al jardín tropical y a la piscina con hamacas balinesas, y a la playa de los Lances, claro. Cada una de ellas es diferente y cuentan con una decoración muy cuidada y traída expresamente de Bali. Sus camas son comodísimas y los baños perfectamente equipados con dispensadores recargables. Una clara apuesta por un futuro más sostenible en los hoteles.
Tanto si vienes en familia como en pareja es perfecto porque tiene zona wellness, esto quiere decir que podrás acceder de forma libre a su piscina interior con cromoterapia, a su sala fitness y, bajo demanda, a su servicio de masajes y tratamientos. El hotel cuenta con bar y restaurante para pasar todo el día descansando y una pequeña tienda con todo lo que necesites para pasar un día de playa surfeando olas.
Fuente: Condé Nast Traveler