Tarifa por descubrir
Todo un universo de naturaleza salvaje y espacios verdes se esconde en esta pequeña localidad costera al sur de Europa, entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
Tarifa, conocida por ser el paraíso para la práctica de deportes de deslizamientos acuáticos, por sus playas infinitas y por su vida social cosmopolita, también esconde otros secretos que te cautivaran para siempre.
Adentrarse en el Parque Natural del Estrecho a tan solo 5 minutos de la localidad, es por seguro una nueva aventura donde descubrirás alguno de sus tesoros más ocultos y los cuales, no te dejará indiferente.
Si lo tuyo es el mar, te propongo una de las excursiones en Kayak más sorprendentes que hayas vivido. Tras atravesar las veredas desde la carretera nacional 340 hasta el Km 90 se abre una pequeña cala con vistas espectaculares al continente africano. Desde aquí, comenzarás una ruta bordeando el litoral hasta llegar a la Isla de las Palomas. Durante tu travesía iras descubriendo algunas de las torres almenara de defensa que se encuentran distribuidas estratégicamente por nuestras costas. Desde la Torre de Guadalmesí construida en 1588 para proteger la desembocadura del río con el mismo nombre y no dejar así, que los piratas pudieran abastecerse de agua potable, hasta la Torre de La Isla de Tarifa, actualmente duplicada en altura para servir como Faro y punto más meridional de Europa y a tan solo 11 kilómetros del continente africano. Esta última fue construida bajo el reinado de Felipe II en 1822 y tiene una situación vital y estratégica para la defensa de la ciudad.
Es casi mágico navegar por las mismas aguas que fueron, en gran parte del tiempo y dadas su situación geográfica fronteriza, un escenario de piratas, corsarios, saqueos, desembarcos e importantes combates navales.
Si prefieres la frondosidad de las selvas tropicales, te proponemos conocer un singular espacio de valores ambientales excepcionales; el misterioso Bosque de Niebla.
Musgo, ojaranzo, laurisilva, helechos, quejigos, lianas, el majestuoso alcornoque y una niebla que lo cubre prácticamente todo, hace de este reducto un regalo de la naturaleza que no corresponde con la zona donde se ubica. Gracias a las nubes del estrecho procedente del Atlántico y el Mediterráneo y la humedad que se acumula durante prácticamente todo el año, se conserva un ecosistema único, un bosque primitivo un santuario natural, catalogado de máxima protección ambiental. Este lugar te hace sumergirte en un cuento de hadas, gnomos y brujas.
Acompañado de un guía, descubrirás este ecosistema mágico, y un sendero tenebroso que te embaucará. Además, según vayas ascendiendo, se irán despejando las nubes y darán paso a una de las mejores vistas al estrecho. Aunque el sendero es duro, merece la pena descubrir todos sus encantos y llegar a la cima.
Y si lo tuyo es la roca, en dirección contraria se encuentra Betijuelo y el majestuoso cerro de San Bartolomé.
Un sendero circular que atraviesa lugares muy especiales. Puedes emprender tu marcha desde la Necrópolis de los Algarbes, uno de los complejos arqueológicos más importantes de la provincia de Cádiz. Datado en la edad el Bronce, finales del SIII a.C., este lugar de culto, ha sido utilizada como lugar de enterramiento por casi todas las civilizaciones asentadas en esta zona: fenicios, romanos y árabes.
A partir de aquí, comenzaremos ascendiendo levemente hacia el asentamiento rural de Betijuelo entre pinares y eucaliptos. A partir de ahí, ir subiendo hasta el punto más alto del recorrido será de los más entretenido ya que puedes disfrutar de las proezas de los escaladores más experimentados que se deslizan entre las paredes rocosas del cerro de San Bartolo, mientras los buitres leonados sobrevuelan sus cabezas. Y si te animas, es un magnifico lugar para experimentar por primera vez las sensaciones que despierta la escalada.
Continuando con la ruta, al final de la subida, encontrarás un vértice geodésico y desde ahí, disfrutarás de unas impresionantes vistas panorámicas. Desde la portentosa Ensenada de Bolonia y Torre de Camarinal, Cabo de Gracia y Sierra Plata, de un lado, hasta Punta Paloma, Valdevaqueros, Sierra de Enmedio, Sierra de Fates y nuestra amada Tarifa al otro. Los días con buena visibilidad, normalmente con viento de poniente, veremos con mayor claridad el imponente continente africano alzarse en el horizonte.
Continuando con el recorrido, hay que descender levemente cruzando pinares entre arena blanca con vistas al océano atlántico, para regresar al punto de partida.